El reconocido entrenador está al frente de su campamento de entrenamiento de básquetbol por 36° año consecutivo. Reúne a 500 jugadores de Argentina y Latinoamérica.
Luego del exitoso cierre del primero, ya está en marcha el segundo turno correspondiente al Campus de Básquetbol de Verano de Oscar “Huevo” Sánchez, en su 36ta. edición. Una clásica capacitación, tecnificación y fundamentación que reúne a pequeños y jóvenes jugadores de diferentes puntos del país y también de Latinoamérica desde hace más de tres décadas. Por primera vez en esa rica historia, se desarrollarán cuatro campus en menos de un mes durante el esplendor del verano. Y también, por primera vez, tres de esos turnos son en Mar del Plata. El primero se realizó entre el 11 y el 17 de este mes. El segundo se inició este viernes 19 y se extenderá hasta el jueves 25. El tercero será del viernes 26 al miércoles 31. Y luego se trasladará a San Fernando, del jueves 1 al martes 6 de febrero.
Nada menos que 500 jugadores inscriptos, de Mar del Plata, de diversos puntos de Argentina y también de Bolivia, Paraguay, Perú, Uruguay, Colombia, Ecuador, Chile y Brasil.
Tal como sucede con las tres versiones en esta edición 2024, la gran mayoría de los campus se han efectuado en la Villa Marista. El primero fue allá por 1988. En aquellos primeros años, el playón Polideportivo del predio de Instituto Peralta Ramos era justamente eso: un playón con piso de cemento y cuatro canchas al aire libre con sus líneas desteñidas. Obviamente, esa cuestión dificultaba -o directamente impedía- cualquier tipo de entrenamiento en caso de lluvia.
El tiempo pasó, el campus creció y el escenario evolucionó. Primero, con un tinglado que ofrecía refugio por la parte superior, aunque abierto por los cuatro costados. Y más adelante, tal como luce ahora, con una estructura que cuenta con techo parabólico y paredes de ladrillos de hormigón y metal en sus cuatro lados, sin contar el piso pintado como las mejores canchas de la Liga.
Durante años, Oscar Sánchez logró hacer malabares para llevar adelante la doble función de entrenador de equipos profesionales y director de su propio emprendimiento con los campistas. Sin embargo, a esta altura, el docente parece haberle ganado la batalla al coach, y el popular “Huevo” tiene dedicación full time al arte de enseñar y mejorar jugadores por todo el país y también por otros países del continente.
Con un staff de profesores de lujo, por el cual han pasado y siguen pasando profesionales y especialistas de primer nivel. Y como las pasiones se heredan y semejante organización no requiere sólo de destreza dentro de la cancha, Sánchez también tiene involucrada a toda su familia en diversos detalles. Su hijo Mariano es el único que forma parte del staff de entrenadores. Sus otros hijos, Alejo y Vicky, y su esposa Marisa, se ocupan de cuestiones de logística, administración, redes sociales y mucho más. Es la mejor forma de conservar la estructura y la calidad del campus más tradicional del país durante tanto tiempo.